viernes, 3 de mayo de 2019

Una mujer gana por primera vez...

¡Hola a todos! Hoy os vengo a hablar de Karen Uhlenbeck, de 76 años, la primera mujer en ganar un Premio Abel (es como el Premio Nobel, pero de las matemáticas), creado por el gobierno noruego y entregado desde 2003 a un matemático destacado.

Foto obtenida de Pixabay


La matemática estadounidense ha sido premiada "por sus logros pioneros en ecuaciones diferenciales parciales geométricas, teoría de gauge y sistemas integrables, y por el impacto fundamental de su trabajo en el análisis, la geometría y la física matemática".
El reconocimiento de las mujeres en el ámbito de las ciencias es cada vez mayor, tras los Premios Nobel 2018 de Física y Química a Donna Strickland y a Frances Arnold respectivamente.


Pero antes de todo eso Karen tuvo que luchar mucho por llegar tan lejos en su carrera profesional. La prometedora matemática, se puso a buscar un empleo, tras dos breves trabajos temporales como profesora en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y en la Universidad de Berkeley. “Me dijeron que nadie contrataba a mujeres, porque las mujeres debían estar en casa y tener bebés”. Pertenece a la primera generación de mujeres que podían esperar una progresión profesional. Quizá no igual que los hombres, pero las puertas ya no estaban cerradas. “Uno de los problemas más serios que tienen las mujeres es hacerse a la idea de que existe una sutil falta de aceptación hacia ellas y que tienen que actuar en consecuencia. No puedo pensar en una mujer matemática para quien la vida haya sido fácil. Los esfuerzos heroicos tienden a ser la norma", explicó.



Karen Uhlenbeck, es modelo a seguir para muchas jóvenes que quieren ser matemáticas. Todos relacionan el éxito con personas inteligentes, graciosas o guapas, pero Karen cree que es importante enseñar a las estudiantes que puedes tener éxito aún con sus imperfecciones. Le tomó mucho tiempo darse cuenta de eso en su propia vida y sobre todo que es posible que pueda ser un ejemplo a seguir y de todas formas mostrar sus defectos. Puede que sea una matemática maravillosa pero también es un ser humano.

Un saludo.

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